Los niños en la guerra, una vez más

El boletín de septiembre-octubre de 2022 del Centro Internacional de Referencia para los Derechos del niño privado de familia (SSI/CIR), contiene dos noticias que consideramos de interés vincular:

En primer lugar nos informa de que, el 29 de septiembre de 2022, varios organismos y expertos de la ONU emitieron una Declaración Conjunta relativa a las adopciones internacionales ilegales «para promover un sistema basado en los derechos humanos y en el que se tengan en cuenta las cuestiones de género, con el fin de evitar y erradicar las adopciones internacionales ilegales, identificando los derechos que se vulneran en las adopciones internacionales ilegales y dejando claras las obligaciones de los Estados a este respecto conforme a la legislación internacional relativa a los derechos humanos» (párrafo 2). La Declaración Conjunta reconoce
la gran diversidad de prácticas ilícitas y actos ilegales que pueden culminar en adopciones ilegales, así como las devastadoras consecuencias que tienen en las vidas y los derechos de las víctimas.

En segundo lugar, nos comunica que las autoridades ucranianas han creado recientemente la plataforma «Children of War” que desempeña dos funciones principales:

  • Información: Esta plataforma proporciona datos actualizados y agregados sobre los niños que han sufrido, han muerto, han sido heridos, han desaparecido o han sido desplazados ilegalmente como consecuencia de la guerra de Rusia contra Ucrania, y los que han sido encontrados y rescatados. Las fuerzas del orden y la Oficina Nacional de Información actualizan diariamente los indicadores cuantitativos.
  • Ayuda en la búsqueda de niños: La plataforma permite ponerse en contacto con las fuerzas del orden, en particular con la Policía Nacional, la fiscalía general y la Oficina Nacional de Información.

Creemos que esas dos noticias deben de vincularse porque en los medios de comunicación informaron de que, un gran número de niños ucranianos estaban siendo desplazados a Rusia para se acogidos a adoptados por familias de nacionalidad rusa.

La comisión de la ONU debiera investigar si las noticias que circulan sobre esos niños ucranianos son ciertas. Si se los llevaron a la fuerza, sin consentimiento de sus familias, se les está robando la vida, la infancia, su identidad y se les está usando como arma de guerra, y eso traspasa incluso, la abominación de una adopción ilegal, porque estaríamos hablando directamente, de un robo de niños sistemático por razones políticas, como por desgracia ya se ha vivido en otras dictaduras, como la argentina de Videla.

En Rusia de llevaron a cabo un gran número de adopciones legales de niños que ya son adolescentes o adultos. Esos niños han sido criados por sus familias españolas en el respeto por su país de origen. Ahora todos esos niños, ya mayores, están viendo con estupor, cómo se está hablando en los medios de comunicación del país en donde nacieron y del que se les ha enseñado a sentirse orgullosos, de una tierra con gran riqueza espiritual y cultural y hermanada desde siempre con Ucrania.

En 1997 la Asociación Créixer Junts inició su trabajo de mediación en Rusia en Adopciones Internacionales y fue una experiencia increíble que nos ha permitido conocer presencialmente la calidad de sus orfanatos y el modo como los niños eran instruidos y cuidados en ellos. El amor y la atención que recibían de sus cuidadoras, el método de enseñanza que incluía la música, el ballet, el deporte y la responsabilidad en el cuidado de plantas y animalitos, era evidente. Siempre fuimos bien recibidos en los centros de acogida y, en mas de una ocasión, se nos sirvió el pan y la sal como símbolo de bienvenida y amistad.

Por esos niños rusos, por las excelentes personas que los cuidaron con amor y, sobre todo, por los ucranianos, no podemos permanecer indiferente frente a lo que está sucediendo porque nos compromete como humanidad.

Gran parte de la ciudadanía rusa se está rebelando contra esa guerra fratricida y creemos que, además de condenar la política que está llevando a cabo su Presidente y los belicistas que lo rodean, como se está haciendo internacionalmente, se debe de exaltar el deseo de paz que muestra su población.

Desearíamos que los Organismos competentes en materia de infancia y adopción en España y en las diferentes CCAA hicieran público su rechazo a los graves daños colaterales que están generando esta guerra en Europa y a la pobreza concomitante que dejará en el mundo que, como siempre, golpeará sobretodo a los niños.

Por todo ello, pedimos su adhesión a este documento y que se convierta en otra gota más que alimente el gran rio que queremos llegue a las Naciones Unidas en defensa de acciones contra el desamparo de los niños en tiempos de guerra y, en particular, de esta guerra de Rusia con Ucrania que, aunque de forma desigual, reparte horror entre las poblaciones de uno y otro país.


Beatriz Salzberg
Centro de adopción y postadopcion kune